Fortaleciendo la colaboración docente: Estrategias para Comunidades de Aprendizaje Profesional

En el dinámico contexto educativo actual, el desarrollo profesional continuo emerge como una necesidad ineludible para alcanzar aprendizajes de calidad que potencien las trayectorias educativas de las y los estudiantes. Hoy, las aulas presentan nuevos desafíos: el rezago que la pandemia dejó en el aprendizaje de las y los estudiantes, la necesaria atención a la salud mental, así como una enseñanza para aulas cada vez más diversas. Preparar estudiantes para la sociedad actual exige nuevos enfoques educativos, haciendo cada vez más necesario generar prácticas innovadoras.

En los enfoques actuales de desarrollo profesional docente, la colaboración entre pares es un ingrediente fundamental para mejorar la enseñanza y el aprendizaje (Harris et al., 2017; Darling-Hammond et al., 2017). En este contexto, las Comunidades de Aprendizaje Profesional (CAPs) se erigen como espacios vitales donde las y los educadores pueden reflexionar, innovar y crecer juntos (Vescio, 2008; Weddle, 2022; Peña, 2023; Nguyen et al., 2024). El objetivo principal de estas comunidades es la transformación de la práctica pedagógica (Harris y Jones, 2010). En las CAPs, el profesorado participa en una cultura de investigación e innovación en acción, lo que generará un impacto tanto en docentes como en el aprendizaje de las y los estudiantes (Lomos et al., 2011).

Es necesario comprender que las comunidades de aprendizaje profesional son más que simples reuniones; son espacios dinámicos donde grupos de educadores, en un entorno de confianza y respeto mutuo, tienen la oportunidad de participar en procesos sistemáticos y sostenidos de reflexión estructurada, con la intención de desarrollar su capacidad individual y colectiva de enseñanza para mejorar los resultados de las y los estudiantes (Stoll et al., 2006; Hairon et al., 2017).  Para esto, se reúnen regularmente para realizar ciclos sistemáticos y sostenidos de aprendizaje basado en la indagación, que les permita problematizar, analizar datos y buscar soluciones a problemas prácticos que mejoren la experiencia de aprendizaje de sus estudiantes (Little, 2003; McLaughlin y Talbert, 2006). Las CAPs crean espacios para un desarrollo profesional continuo y profundo, diferente de los programas de capacitación fragmentados que muchos docentes suelen experimentar (Vangrieken et al., 2017; Borko, 2004; Cobb et al., 2018).