El origen de la práctica tiene sus antecedentes en el año 2021, cuando el equipo directivo, a partir de su diagnóstico interno y el de la agencia de la calidad, ve la necesidad de mejorar la interacción en el aula entre estudiantes y sus docentes para el logro de aprendizajes. El problema radica en que la formación para fortalecer la interacción en el aula no lograba ser transferida a las salas de clases por todos los docentes. Por lo tanto, comienzan a indagar en las causas más profundas; llegando al tema de la transferencia al aula. Aquí, se preguntan: ¿por qué algunos docentes logran transferir lo aprendido y otros no? Al responder esta pregunta, determinan que, si se quiere generar una interacción efectiva con los y las estudiantes, había que asegurar la transferencia de lo aprendido por el cuerpo docente, pues de esa manera los y las estudiantes podrían desarrollar pensamiento de calidad.