Policy Brief: Construyendo una Carrera Directiva atractiva

El trabajo que realizan directores y líderes escolares es una de las clave para un sistema con foco en la calidad y equidad de los aprendizajes. La evidencia es robusta y consistente en reconocer su influencia en los aprendizajes de los y las estudiantes, más aún en contextos de desventaja socioeducativa (Louis et al., 2010; Muñoz et al., 2019; Pont, 2021; Pont et al., 2009; Weinstein et al., 2019) y en situaciones de crisis (Mutch, 2015). Por lo tanto, resulta una prioridad para políticas públicas que buscan influir en procesos y capacidades de mejora escolar (Cancino y Vera, 2017; MINEDUC, 2021; Weinstein et al., 2020; Weinstein y Hernández Vejar, 2014).

En las últimas dos décadas, los directores en Chile han pasado de ser entendidos como administradores o implementadores de directrices nacionales, a líderes educativos promotores de la mejora (Muñoz et al., 2010; Weinstein et al., 2020). Las diferentes políticas e iniciativas se han organizado, principalmente, en dos grandes grupos: las que regulan y fortalecen, directamente, el rol de los directivos; y las que, de manera indirecta, se vinculan a los directivos al influir en la escuela en su conjunto (Figueroa et al., 2019).

Teniendo importantes avances, es necesario reconocer que estas políticas aún presentan incoherencias y no han terminado de activar a los directores como agentes que lideren el cambio (Figueroa et al., 2019; Weinstein et al., 2020). Al respecto, una de las deudas es la elaboración de una Carrera Directiva. En el presente policy brief, se fundamenta la relevancia de elaborar una política en esta materia, profundizando en dos dimensiones. La primera, en generar una base de remuneración atractiva y, la segunda, en cultivar y nutrir capacidades de liderazgo.

Este documento es un aporte a la discusión y toma de decisiones respecto de la elaboración de una Carrera Directiva en Chile.